Para la eliminación de decoloraciones superficiales de óxido causadas por substancias ferruginosas u objetos ferrosos (fertilizante, herramientas, piezas de hierro etc.) sobre piedras naturales, artificiales y hormigón sensibles a los ácidos. Ideal para superficies pulidas ya colocadas hechas de mármol o piedra arenísca. Se puede aplicar puntualmente sobre las superficies de las piedras, ya que no se encuentran cambios en las superficies.